Desde que nace, la alimentación del bebé es una de las mayores preocupaciones de los padres. Los primeros meses con la lactancia, ya sea materna, artificial o mixta, y partir de los seis meses con la alimentación complementaria, cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos que complementan la lactancia.
La Agencia de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña ha elaborado una completa guía de Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia desde los 0-3 años en la que incluye un calendario orientativo de incorporación de alimentos que os compartimos y explicamos.
¿Por qué a partir de los seis meses?
Hasta los seis meses de vida, la leche materna en exclusiva es el mejor alimento para el bebé. No necesita nada más, ni siquiera agua, puesto que la leche materna proporciona todos los minerales y nutrientes que el niño necesita. Si no es posible, se suple la lactancia materna con leche artificial, pero la recomendación es la misma, la de no ofrecer alimentos sólidos antes de los seis meses.
Algunas guías recomiendan comenzar antes, entre los 4 y los 6 meses, pero nunca antes del cuarto mes, sin embargo la recomendación general de la OMS y de Unicef es la de iniciar la alimentación complementaria a partir de los seis meses.
¿Qué sucede a partir de esta edad? Que las necesidades de energía y nutrientes del lactante empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo que se hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria.
Diversos estudios realizados en los últimos años indican que la introducción de la alimentación complementaria más allá del sexto mes, no solo no previene la aparición de enfermedades alérgicas sino que incluso puede predisponer su aparición.
En su momento, os ofrecimos una guía completa de alimentación complementaria con todos los detalles de cómo, cuando y por qué iniciar la alimentación complementaria y ahora compartimos además, el calendario elaborado por la Agencia de Salud Pública de Cataluña (2016).
Calendario de incorporación de alimentos
Algunas observaciones:
Verduras y hortalizas:
A partir de los seis meses el bebé puede empezar a comer prácticamente todas las verduras y hortalizas, excepto algunas que pueden empezar a ofrecerse a partir de los 12 meses como las acelgas, la remolacha, el nabo y las espinacas que acumulan mayor cantidad de nitratos. Si se toman antes de los 12 meses, no deben exceder el 20% del contenido total del plato, y desde el año hasta los tres años, no más de una ración al día.
Frutas
Pueden introducirse a partir de los seis meses. Antes se retrasaban las potencialmente alergénicas como el melocotón, las fresas o el kiwi, pero al no haber una razón científica que justifique que retrasarlos podría disminuir el riesgo de alergia, la recomendación es ofrecer cualquier fruta. Siempre atentos a posibles reacciones alérgicas, pero tanto con las frutas como cualquier otro alimento.
Carne
Pueden comer cualquier carne desde los 6 meses de edad. Lo más recomendable es comenzar con el pollo, pavo y el conejo, por ser de animales pequeños y menos grasos, así como el cordero. Luego la carne de ternera y la de cerdo, que al ser más grasas y pueden ser más indigestas.
Pescado
Por su contenido en mercurio, en niños menores de 3 años, hay que evitar el consumo de peces de mayor tamaño como el pez espada o emperador, cazón, tintorera y atún (en niños de 3 a 12 años, limitarlo a 50 g/semana o 100 g/2 semanas y no consumir ninguno más de la misma categoría la misma semana). Además, a causa de la presencia de cadmio, los niños deben evitar el consumo habitual de cabezas de gambas, langostinos y cigalas o el cuerpo de crustáceos parecidos al cangrejo.
Frutos secos
Si bien la Agencia de Salud catalana los recomienda chafados o molidos a partir de los seis meses, hay guías que los retrasan hasta los dos o tres años por posible riesgo de alergias. De cualquier forma, nunca ofrecerlos enteros antes de los tres años por el riesgo de atragantamiento.
Miel
No ofrecerla antes de los 12 meses por el riesgo de intoxicación alimentaria por botulismo.