En primavera, al aumentar la temperatura, las personas sienten mayor apetencia de alimentos frescos, por lo que la ingesta total de frutas y verduras se incrementa. Esto beneficia mucho al organismo que recibe buena cantidad de fibra, vitaminas y minerales, y menos calorías y grasas.
Rinat Ratner, nutricionista de Clínica Alemana, dice que lo ideal es incorporar al menos cinco porciones de vegetales al día. “Es adecuado incluir verduras frescas o cocidas en el almuerzo y cena. Lo ideal es combinar al menos tres tipos diferentes. Si en lugar de cenar acostumbramos a tomar once, puede añadirse al pan tomate, lechuga, porotos verdes, etc.”, explica.
Para cubrir las porciones recomendadas de fruta es posible consumirlas al desayuno, como postre en las comidas principales o como colación a media mañana. Es preferible comerlas con cáscara y enteras, ya que en jugo pierden parte de la fibra. No es necesario adicionarles azúcar ni miel.
Entre las más destacables se cuentan las siguientes:
•Tomates: Es una excelente fuente de licopenos, que son los compuestos que le dan su color y que son un potente antioxidante, lo que previene las enfermedades degenerativas y cardiovasculares. Además, se ha demostrado que los tomates logran reducir la agregación plaquetaria, lo que puede prevenir las enfermedades cardiovasculares.
•Berries: Son muy bajos en calorías y tienen un altísimo aporte de antioxidantes, los que se asocian con la prevención de ciertos tipos de cáncer, retraso del proceso de envejecimiento y aumento del colesterol “bueno” (HDL) lo que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
•Frutillas: Son una gran fuente de vitamina C, E y betacarotenos, lo que les confiere un alto poder antioxidante. Adicionalmente, se les ha atribuido un efecto antiplaquetario, lo que se asocia con menor riesgo de infartos.
•Espárragos: Son una alta fuente de vitamina A y C, tienen mucho potasio, fósforo y magnesio. Se les reconoce por su efecto diurético y su impacto positivo en la presión arterial.
•Kiwis: Se ha evidenciado que el consumo de dos kiwis al día puede prevenir el desarrollo de eventos trombóticos al disminuir la respuesta plaquetaria. Contiene vitamina C, carotenoides, flavonoides y minerales.
•Ajos y cebollas: Son de la especie Allium y contienen sustancias anticoagulantes, lo que contribuye a disminuir el riesgo de infartos.